Antecedentes
El antecesor de este SUV nace hace 20 años, un producto distinto y completamente disruptivo para el conglomerado que lo desarrolló, recordemos que en aquellos años los destinos y objetivos de Daimler Benz y Chrysler estaban unidos fuertemente, en lo que se llamó DaimlerChrysler. Así es, la ML de Mercedes-Benz nace en los turbulentos años noventa, en donde todo el mundo se preparaba para la llegada del Siglo XXI, y en donde todos los jugadores de la industria ofrecían cosas extremadamente novedosas, y un poco más al alcance de los consumidores. Si bien, desde 1979 Mercedes-Benz ha ofrecido la Clase G, pocos podían -o pueden- pagarla, la ML llegó a satisfacer a esos clientes que quieren un vehículo grande y capaz, pero no con las amplías facultades “Geländewagen”.
El exitoso concepto creado por Mercedes-Benz y que puso a disposición del consumidor común el estilo rudo fue copiado por algunas otras marcas alemanas, siendo en 1999 BMW, el primero que lanzó una SUV, la X5 para competirle a la ML, años después marcas como Porsche al darse cuenta de lo valioso del ese segmento en crecimiento decidieron dar uno de los pasos más arriesgados de la historia de la marca al lanzar un vehículo denominado Cayenne (2002), y Audi haría lo mismo con la Q7 (2006), y casas como Land Rover se verían obligadas también a crear versiones más civilizadas y cargadas de lujo para entrar en el segmento que la ML, -hoy GLE- redescubrió.
Características Técnicas y Mecánicas
El modelo que hoy nos ocupa, esconde su principal virtud, localizada en sus entrañas, ya que se trata de la versión híbrida enchufable, denominada GLE 500e, y su configuración está compuesta por un motor térmico de combustión interna de seis cilindros en V, de 3.0 litros (2,996cc) asistido con un par de turbocargadores que entrega 333 hp, a este motor hay que sumarle un propulsor eléctrico que genera 116 hp adicionales -equivalentes a 85 kW- y que en conjunto tienen un poder equivalente a 442 hp, y una fuerza de torque de 480 libras-pie. El tren motor está acoplado a una transmisión automática de siete cambios, que a su vez envía el poder de tracción a las cuatro esquinas de ser necesario, ya que el sistema de tracción es integral, y Mercedes-Benz lo denomina 4MATIC.
El esquema de suspensión corre a cargo de paralelogramos deformables en cada una de las llantas, es decir, es similar en el eje delantero, al eje trasero. Los frenos evidentemente son de disco en las cuatro ruedas y cuentan con ABS, que a su vez gobierna los sistemas de control de estabilidad y de tracción.
Las dimensiones generales son 4.8 metros para la longitud total, la altura es de 1.79 metros y la anchura es de 1.93 metros. La distancia entre ejes es de 2.91 metros. El peso total es de 2,465 kilos y tiene una capacidad de carga conjunta (pasajeros y carga) de 700 kilos.
Confort
La GLC es un SUV de lujo y eso se nota por todos lados, hay materiales de primera calidad, plásticos, insertos y cuero de la mejor factura, hay una coherencia de diseño y calidad, lo único que nos queda a deber es el sistema de Infoentretenimiento, ya que sin decir que sea de mala calidad que reiteramos ¡No lo es! Hoy ya se hizo viejo, y aquí la explicación del por qué. Ofrece una enorme pantalla en donde se despliegan diversas informaciones, pero no es sensible al tacto (Touch Screen) y tampoco es compatible por ahora con los sistemas Apple CarPlay o Android Auto que hacen mucho más sencillas algunas funciones como la reproducción de listas musicales, o la navegación por GPS, utilizando los mapas del smartphone, y es posible acceder a direcciones buscando en internet el nombre del destino, por decir algo, un restaurante, no hay que alimentar la dirección completa, como si hay que hacerlo en los navegadores de fábrica, y cuyo funcionamiento a veces es una verdadera pesadilla.
Manejo
El situarse tras el volante en un producto de Daimler-Benz es una garantía de una experiencia plenamente satisfactoria, y la GLE no fue la excepción a la regla, la calidad de marcha, el ensamble y el comportamiento es completamente predecible, ya que el aislamiento acústico es casi perfecto, la solidez de las puertas se siente como una roca, y la respuesta al acelerador es inmediata, como si fuera de un deportivo de una tonelada de peso menos, así que no me voy a entretener en explicarles lo parejo y constante que acelera el V6 BiTurbo, o lo bien escalonada que está la transmisión, y no hablaré nada del sistema 4MATIC que hace que tomemos curvas en autopista muy por encima de los límites legales y salgamos avante sin ningún conato de derrape o susto alguno.
Lo interesante y novedoso de la GLE 500 e, es precisamente esa letra e, que nos indica que es un vehículo con una mecánica híbrida –Térmica y Eléctrica- y que además es enchufable. Bien lo anunció el conglomerado DaimlerChrysler en 2007, que el primer vehículo híbrido de la firma de Stuttgart sería precisamente la ML –hoy llamada GLE-.
El manejo en modo eléctrico es de lo mejor que hayamos probado en cualquier auto híbrido, ya que ofrece hasta 30 kilómetros de autonomía puramente eléctrica. ¡Ya sabemos que 30 kms! suena muy poco! Pero si analizamos los recorridos que hace el típico cliente de estos vehículos, se darán cuenta que seguramente sus recorridos sean de esa distancia, por ejemplo, utilicemos la GLE 500 e en mi día a día, en el supuesto caso que yo pudiera costearme una, mis trayectos de casa a la oficina son de 11 kms, generalmente de tránsito severo y pesado, es decir, si tengo la batería completamente cargada al salir de mi domicilio, y cuando mis reacciones con el pedal del acelerador, en esos 11 kms el motor de combustión nunca entrará en funcionamiento y podré circular a velocidades de 120 km/h sin gastar una sola gota de combustible, ni generar un solo gramo de CO2 a la atmósfera. Si yo al llegar a mi destino conecto de nuevo el vehículo a la red eléctrica, en cuatro horas tendré el 100% de la carga de la batería, por lo que obtengo nuevamente autonomía suficiente para regresar.
En el caso de que se haga un recorrido de más de 30 kilómetros sin parar, el motor de combustible asistirá al motor eléctrico, incluso con la fuerza de frenado o las desaceleraciones, se va regenerando energía y obtendremos un consumo combinado de tan solo 3.3 litros por 100 kms. Recorridos.
¿Cómo funciona la regeneración de energía?
La recuperación utiliza la energía cinética (movimiento) que se genera con las frenadas, es decir se transforma energía cinética en energía térmica (calor), y dicha energía generada es almacenada en el paquete de baterías de Iones de Litio de 8.8 kWh
Conclusión
¿Vale la pena comprarse una GLC 500 e?
La respuesta es sí. Las mecánicas híbridas en la marca son algo nuevo, y aunque dudo que den problemas, aún están en la fase de dentición, por lo que no sé que tan confiable o problemático se vuela el producto una vez que empiece a hacerse viejo.
Mercedes-Benz GLE 500 e 2017 a prueba