El primer híbrido que comercializa MINI aprovecha toda la experiencia que obtuvo la firma con el proyecto del MINI E y la aplica en la configuración más demandada del mercado en la actualidad, es decir las SUV.
Adicionalmente, el MINI Countryman Plug-In Hybrid mantiene una planta de poder térmica, con lo cual ofrece lo mejor de ambos mundos; por un lado, movilidad eléctrica y libre de emisiones (limitada eso sí), pero sin la ansiedad que produce el quedarse sin batería o preocuparse por los enormes tiempos de recarga.
En resumen, el Countryman PHEV ofrece: Un 0 – 100 km/h en 6.8 segundos, hasta 47.6 km/l, no demanda jornadas exageradamente largas de recarga o bien, sin ningún problema puede funcionar con la batería completamente descargada gracias a la presencia del motor de combustión.
Diferencias casi imperceptibles
En el apartado estético son pocas las diferencias con el Countryman Común, y son prácticamente imperceptibles, salvo por algunos acentos en color amarillo siendo los más destacados los de los costados y cuyo diseño resulta en un interesante juego visual entre la letra “E” de eléctrico y una clavija para conectar a la pared.
Detrás de este elemento se encuentra el puerto para recargar la batería de iones de litio que tiene una capacidad de 5.6 kWh. Otros distintivos que lo delatan como la versión Plug-in Hybrid se encuentran tanto en la parte frontal, en la parrilla, así como en el portón trasero.
Hablando de medidas, el MINI Countryman es un SUV pequeño, mide 4.3 metros de largo y tiene una distancia entre ejes de 2.6 metros. La altura es de 1.5 metros, mientras que el ancho sin espejos es de 1.8 metros.
Interior moderno y bien logrado
La cabina ofrece una atmósfera 100% premium, destaca la utilización de materiales suaves al tacto con excelente calidad de ensamble y atención al detalle en la manera en que se emplean las combinaciones de texturas, colores, iluminación, así como las decoraciones de la Union Jack esparcidas por todo el interior.
El gran círculo central del tablero alberga una gran pantalla a color de alta resolución desde donde se despliegan todas las funciones del vehículo, ya sea el navegador, sistema de audio, interfaz con el teléfono móvil y por supuesto un apartado específico relacionado con el funcionamiento del sistema híbrido, estado de carga de la batería y el rendimiento de combustible.
Evidentemente el contador de tiempo fuera del camino, que va sumando que tanto conducimos fuera del asfalto también está presente.
El cluster de instrumentos sí presenta cambios con respecto a la versión que funciona únicamente con motor térmico. El velocímetro analógico al centro se mantiene igual, sin embargo, a la izquierda, desaparece el tacómetro y en su lugar tenemos un indicador que nos muestra en tiempo real que tanta capacidad del sistema eléctrico estamos utilizando, si la aguja se coloca en la parte superior, significa que vamos extrayendo el máximo desempeño del motor eléctrico y por lo tanto consumiendo la carga, mientras que cuando la aguja se ubica en la parte inferior, quiere decir que estamos recargando la batería.
El botón de encendido ubicado al centro del tablero también va en el mismo color amarillo del exterior, mientras que más a la izquierda se encuentra el botón e-Drive que permite elegir uno de tres modos de funcionamiento del sistema híbrido y que se complementa con los modos (Mid, Green y Sport) ya existentes de todos los MINI, que se seleccionan desde el aro de la base de la palanca de cambios.
Por su parte, los asientos son muy cómodos para viajes largos y ofrecen buen nivel de sujeción lateral, sin embargo, es de llamar la atención las arrugas y pliegues que notamos en el forro de cuero, un aspecto de desgaste prematuro que no deberían tener unos asientos tan nuevos. Eso sí, la Union Jack en la parte trasera de las cabeceras luce increíble.
La banca posterior es sorpresivamente cómoda y amplia, la disposición elevada del asiento hace sentir a los pasajeros traseros que van sentados más arriba que los frontales, con lo cual se tiene mejor visibilidad. El espacio es adecuado para dos adultos, un tercer ocupante tendría que ser un niño pequeño.
Divertida y eficiente a la vez
Bajo el cofre se encuentra el sobresaliente 1.5 litros de tres cilindros turbo de inyección directa que debutó cuando se presentó la actual generación del Cooper, entrega 136 hp y 162 lb-pie de torque que se acopla a una transmisión automática de seis velocidades (a diferencia del Countryman común que ya utiliza la nueva de 8 velocidades), que es rápida y suave, en general bastante buena.
Dicha planta de poder se complementa con un motor eléctrico de 88 hp que se alimenta de un paquete de baterías de iones de litio con una capacidad de 5.6 kWh. Quizá este dato sea poco revelador, pero te bastará saber que es suficiente para obtener una autonomía 100% eléctrica de hasta 40 km, esto en cifras oficiales, en la práctica es menos. Asimismo, es importante destacar el increíble grado de refinamiento que entrega el Countryman PHEV en modo eléctrico; es silencioso, confortable, y perfectamente bien aislado.
El sistema combinado ofrece una potencia de 224 hp y 284 lb-pie de torque, suficientes para entregar un desempeño más común en deportivos compactos, ya que la capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h es de 6.8 segundos. Lo anterior, al mismo tiempo que se pueden obtener rendimientos de hasta 47.6 km/l.
Lo más destacado entonces es ese balance que ha logrado MINI entre desempeño deportivo y eficiencia de combustible, el Countryman Plug-in Hybrid se comporta como un auto deportivo, acelera con una contundencia sorprendente, es ágil y muy bien plantado. Tanto que a velocidades crucero de 170 km/h me dio la sensación de que iba muy lento, al mismo tiempo transmite mucha confianza al atacar caminos con curvas, al final no hay que olvidar que es un All4, es decir, envía la potencia a las cuatro ruedas.
El MINI Countryman Plug-in Hybrid ofrece tres modos de manejo que son específicos para esta versión y que se seleccionan mediante el botón e-Drive.
Save: Aquí el Countryman PHEV funciona solamente con el motor de combustión, esto con la idea de guardar la carga de la batería para el momento en que sea necesaria. Este modo de funcionamiento es de mucha utilidad en esas ciudades europeas en donde la circulación en ciertos lugares cada vez es más restrictiva para autos de combustión, con lo cual, el modo eléctrico resulta muy útil.
Auto e-Hybrid: En este modo, el sistema gestiona de forma automática el funcionamiento de ambos motores con la idea de obtener un balance adecuado entre desempeño y economía. Aquí es posible extraer un comportamiento alegre si es necesario o bien ahorrador dependiendo de la circunstancia.
Max e-Hybrid: Aquí la idea es obtener la máxima eficiencia posible, incluso el vehículo limita la entrega de potencia al oprimir el pedal del acelerador para mantener al mínimo el consumo.
Adicionalmente, las transiciones entre la utilización del motor de combustión, el eléctrico o ambos en conjunto son prácticamente imperceptibles, solo se llega a sentir una ligera vibración acompañada de un ronroneo, pero es prácticamente nada.
La forma en que interactúan ambos propulsores es sorprendentemente natural.
Conclusión
Es cierto que 700 mil pesos no es una suma menor, pero ese balance entre deportividad y eficiencia que ofrece no tiene rival hablando de SUVs premium. Es de hecho el rango de precios del Chevrolet Volt que también es Plug-in Hybrid o bien el Bolt EV que es totalmente eléctrico, con lo bueno y lo malo que ello implica, aunque sin lugar a discusión un productazo.
El MINI Countryman PHEV se erige entonces como la única opción dentro del segmento premium capaz de ofrecer aceleraciones de deportivo y al mismo tiempo un rendimiento de hasta 47.6 km/h o bien un rango decente de movilidad puramente eléctrica.
Por si fuera poco, al ser un híbrido plug-in, el Countryman está exento de la verificación durante ocho años, no paga ISAN ni Tenencia y puede acceder al EcoTag de Televía, con el cual obtiene 20% de descuento en la utilización de las vías urbanas de peaje.
MINI Countryman Plug-in Hybrid - Rápido, divertido y eficiente a la vez | Autocosmos