Raptor es sinónimo de deportividad todoterreno. El máximo representante de esta insignia es la F-150 Raptor, un monstruo de 450 CV. Ahora, la hermana menor, la Ford Ranger, recibe el tratamiento Raptor y tuvimos oportunidad de darle una vuelta en los médanos de Pinamar.
F150 y F150 Raptor y su llegada a Argentina
Antes de pasar a la Ranger Raptor, le contamos un poco sobre la Serie F que es nada menos que el vehículo más vendido en Estados Unidos por los últimos 36 años. La F-150 que se puede ver acá, se presentó en el Salón de Detroit 2014 y tiene como particularidad construcción en acero de alta resistencia para el chasis y en aluminio para la carrocería. Este modelo puede tener varios impulsores incluyendo un 3.5L V6 sobrealimentado de 380 CV y caja automática de 10 cambios.
con un precio de entre USD 60.000 a USD 65.000 para la F-150
La F-150 Raptor se destaca por usar el mismo motor y caja, pero llevado a 450 caballos. Además, se trabajó todo el chasis con suspensiones FOX Racing y ruedas BF Goodrich All-Terrain de pisada 315/70 R17. Este superdeportivo off-road viene en carrocería de cabina y media con puertas traseras, y ausencia de pilar B.
Se espera que la dupla F-150 y F-150 Raptor llegue a Argentina hacia fines de 2019 con un precio inicial de entre USD 60.000 a USD 65.000 para la primera, sin estimaciones aún para la segunda.
Ranger Raptor
Antes de encender el motor hay que saber qué motor encendemos, se trata de un 2.0L biturbo diésel de 213 CV y 500 Nm de torque asociado a una caja automática de 10 cambios. Si lo piensa en simples números, está lejos de la Amarok V6 que ya promete 258 CV hacia fines de año; sin embargo la deportividad no es ir rápido solo en línea recta y acá es donde intervienen los cambios en el chasis.
Raptor es sinónimo de deportividad todoterreno
El primer cambio importante tiene que ver con que el 2.0L es mucho más ligero que el 5 cilindros. La segunda alteración tiene que ver con el ensanchamiento de la carrocería y las suspensiones con brazos de aluminio y amortiguación FOX. Tercero está el eje posterior que sigue siendo sólido pero tiene resortes en lugar de ballestas y brazos de corrección. Por último vienen las ruedas, unas BF Goodrich ATT ( 285/70 R17 que envuelven cuatro frenos a disco de 332 mm de diámetro.
¿Qué tal el resultado?
Es difícil decirlo a ciencia cierta, pero lo puedo definir en una anécdota: en un momento la instructora que me guiaba desde el asiento del acompañante me pidió que hiciera una maniobra de descenso poco ortodoxa. Como no soy experto en la arena, decidí hacer la maniobra “de manual” para evitar un problema, pero cuando le pedí perdón por no hacerle caso me respondió: “No hay problema, lo que pasa es que con esta camioneta puedes hacer lo que quieras”.
con esta camioneta puedes hacer lo que quieras
Lo cierto es que se siente que el motor tiene empuje constante, que la caja hace su magia sin que note el paso de cambios y que tracciona de manera increíble.
"ConFord" y suspensiones para volar
Una cosa que si noté es lo bien que lo tratan las suspensiones y el recorrido que tienen. Seguí sintiendo los serruchos de la arena, pero suaviza mucho esas partes donde una hueco en la arena haría un licuado con sus órganos internos.
volante deportivo con inmensas levas de cambio
Además del comportamiento del chasis, este vehículo cuenta con un interior muy similar al de las Ranger 3.2L hechas en Argentina, con algunos cambios como recubrimiento en cuero (o ecocuero) para el tablero, asientos deportivos con la leyenda Raptor, volante con el anillo rojo para marcar la parte superior e inmensas levas de cambio. El cuadro de instrumentos también cambia, acá es convencional con dos medidores de aguja y pantalla en el centro.
Conclusiones
Como siempre digo en estos primeros contactos, es muy apresurado para sacar conclusiones, habrá que esperar su llegada a la Argentina cuyo competidor principal será la Amarok V6... De aprobar tanto en materia de precio, como de funcionamiento -seguramente lo hará.