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Los prototipos más destacados de Peugeot

La imaginación crea realidad y Peugeot viene haciendo la suya desde hace tiempo.

Los prototipos más destacados de Peugeot

Hacer un repaso por los autos concepto de una marca significa ver, de forma pura, la esencia misma de su lenguaje estético y su propuesta frente a la competencia. Luego llegará la parte donde los departamentos de ingeniería y costos lleven todo a un plano más terrenal, pero en los conceptos se vé lo que pasaría si todo fuera posible. Estos autos, que casi siempre cautivan a primera vista y son estrellas de los Salones del Automóvil, son un adelanto de lo que la marca llevará estéticamente a los demás modelos en el futuro. 

El Centro de Diseño de Peugeot no es algo nuevo, viene trabajando desde 1936. Por aquellos años Peugeot soñaba con el “Auto del Año 1940” con el prototipo 402 n4x. Con elementos tomados del mundo de la aeronáutica, este automóvil, desarrollado por el ingeniero Jean Andreau buscaba optimizar la aerodinámica para lograr reducir el consumo y ofrecer mayores prestaciones. De hecho, fue uno de los primeros vehículos en someterse a pruebas en el túnel de viento. Pensado como un laboratorio con ruedas, también sirvió para comprobar las posibilidades de nuevos sistemas que acabarían incorporándose a los modelos de serie, como los frenos hidráulicos. Desgraciadamente, la Segunda Guerra Mundial truncó los planes para comercializar un modelo derivado de este prototipo, que habría supuesto todo un salto importante en la historia del automóvil.

Más adelante en el tiempo, la marca presentó el que se considera el primer concept car de su historia: el Peugeot Quasar, equipado con dos elementos que, en 1984, se consideraron de ciencia-ficción y que hoy nos parecen imprescindibles en nuestros vehículos: el panel de instrumentos digital y el navegador. En aquella época, la electrónica en el automóvil daba sus primeros pasos, la conectividad era un concepto totalmente desconocido y faltaba más de una década para que el sistema GPS se abriera a usos civiles. Bajo el cofre, el Quasar anticipaba el downsizing: su motor de 1.6 litros y 4 cilindros era capaz de desarrollar 592 Hp.

En la siguiente edición del Salón de París, celebrada en 1986, Peugeot volvía a sorprender con un nuevo concept car: el Proxima. Arropado por una estética futurista, su interior presentaba un cuadro de instrumentos con nada menos que 5 pantallas de vídeo de alta resolución, la central manejada desde un teclado táctil. Este antecesor del i-Cockpit que ahora concemos estaba gestionado desde dos computadoras centrales con (ojo con esto) ¡40 Mb de memoria! y sus características se anticiparon varias décadas al equipamiento actual de los vehículos de la marca: la información esencial estaba agrupada frente al conductor, que podía acceder rápidamente a datos sobre velocidad, régimen del motor o dirección. Además, las alertas y los avisos aparecían en el parabrisas mediante un HUD. Fue un precursor de las funciones de ayuda a la conducción como la cámara de reversa o la alerta de riesgo de colisión.

En 1988, la cosa se puso picante con el Peugeot Oxia, gracias a sus prestaciones de superdeportivo, capaz de alcanzar los 350 Km/h, y por sus posibilidades de comunicarse con el exterior, ya que equipaba un radio-teléfono. En el apartado informático, una computadora de viaje y varios periféricos compatibles con una PC permitían controlar funciones como el aire acondicionado y administrar una base de datos con información sobre trayectos para el navegador.

En 2014 se cumplían 30 años de la presentación del Quasar en el “Mondial” de París. Coincidiendo con esta efeméride, Peugeot presentó ese año dos concept-cars llamados a anticipar las grandes líneas de su gama de turismos hasta el día de hoy. El Salón de Pekín fue testigo de la presentación mundial del Peugeot Exalt que, además de mostrar la senda por la que transitaría el actual Peugeot 3008, incorporaba elementos hoy comunes como las teclas Toggle Switch o una nueva generación del i-Cockpit.

Por su parte, el Peugeot Quartz supuso el banderazo de salida a la revolución SUV por parte de la marca. Además de su estilo en el que se adivinan rasgos de los actuales 3008 y 5008, recurría el basalto en la consola central y apostaba por una cadena de tracción híbrida enchufable de 493 Hp, con una autonomía en modo eléctrico de 50 Km.

En el apartado de la electrificación, los últimos concept de la marca inciden en las prestaciones. Por ejemplo, tomando la base del Peugeot 308, el prototipo Peugeot R Hybrid, diseñado por Peugeot Sport, saca el máximo partido de la tecnología híbrida enchufable consiguiendo 493 Hp. Esta senda continuaría con el Peugeot L500 R Hybrid y, sobre todo, el Peugeot L750 R Hybrid Vision Gran Turismo, que sube la apuesta hasta unos 740 Hp.

El último concept de la marca juega con el retrofuturismo, nos referimos al Peugeot e-Legend Concept, presentado en la pasada edición del Salón de París, homenajea al mítico Peugeot 504 Coupé. El e-Legend toma las tecnologías marcadas por el Peugeot Instinct Concept, protagonista del Mobile World Congress Barcelona 2017 por su integración del Internet de las cosas, la conducción autónoma y la conectividad. El e-Legend Concept ofrece conducción autónoma y manual y además, cuenta con una innovación que podría dar pistas sobre el futuro del i-Cockpit, ya que el volante puede ocultarse bajo la plancha de abordo, dejando espacio para una enorme pantalla de 49”.

Los concepts no són sólo para los Auto shows, como verás, muchas veces anticipan lo que se viene, como pequeñas ventanas al futuro de la industria.

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