Seamos honestos: a una marca de súper lujo como Rolls-Royce se le debe hacer fácil lanzar ediciones limitadas exclusivas, con nombres e inspiraciones rimbombantes, que les permiten vender mucho más caro un modelo que de por sí es sumamente oneroso.
Aquí tenemos el caso del Phantom Tempus, una nueva edición especial limitada a sólo 20 unidades (¿sabías que ya están todas vendidas por anticipado?) de la limusina británica, que según la marca está "inspirada en el tiempo, los fenómenos astronómicos y los alcances infinitos del universo".
Esta inspiración tan etérea se materializa en una pintura azul Kairos única para la carrocería, que según Rolls-Royce imita la "oscuridad y el misterio del espacio". Dicha pintura se adorna con unas especies de escamas que asemejan unos cristales, y que supuestamente representan las estrellas. Y para que el efecto no se arruine, la tradicional pintura metalizada del Phantom se reemplaza con un piezas negras.
Como no es llegar y pintar el auto y decir que se inspira en Thanos y las gemas de infinito, Rolls-Royce personaliza también el Espíritu del Éxtasis de acuerdo a los gustos de cada clientes, agregando una base que incluye un grabado con una fecha y un lugar que escoja cada comprador, como el cumpleaños, matrimonio o los millones que te costó este Phantom. Cualquier cosa que se quiera recordar en la carrocería de un auto.
En el interior tenemos una verdadera galaxia gracias al techo y al interior de las puertas fabricadas con fibra óptica bordada, que está diseñado para parecerse a un púlsar (estrella que emite radiación muy intensa a intervalos cortos y regulares).
En este Phantom Tempus el tablero es de aluminio con listones de madera y el panel tiene 100 columnas individuales que representan "los 100 millones de años de rotación que soporta un púlsar antes de desvanecerse".
La marca indica que en este auto, los clientes puedes pedir una versión modificada del famoso balde de champán con forma de motor V12, y que cuesta más de US$45.000.
El nuevo Tempus Champagne Chest es idéntico en tamaño y función al accesorio estándar, viene con los mismos vasos de cristal y frascos de caviar, pero tiene un púlsar pintado a mano en la tapa.
Bajo el cofre no hay magia, ni intervención del tiempo o del espacio. Está el conocido V12 de 6.75 litros que eroga 536 Hp y 663 lb-pie de par, asociado a una transmisión automática que manda el par a las cuatro ruedas. El 0 a 100 km/h se consigue en 5.3 segundos y la velocidad máxima es de 250 km/h.
El precio no fue revelado ya que las 20 unidades ya están asignadas. Pero imaginamos que tanta inspiración debe costar un dineral por encima de lo que vale un Rolls-Royce Phantom normal.