Según datos suministrados por MILE21 (More Information Less Emissions, Empowering Consumers for a Greener 21st Century), que registra el consumo real de miles de vehículos en Europa, los automóviles que hay actualmente en el mercado consumen más combustible de lo que anuncian los fabricantes.
Si bien esto es algo que ya se sabe, aquí lo interesante es que el consumo que informa la plataforma es de hasta 30% más, en comparación con lo anunciado por los fabricantes. Sin embargo, esta cifra se puede reducir aplicando un estilo de manejo eficiente.
De acuerdo con los datos recabados por este proyecto financiado por la Unión Europea, en todos los casos, el consumo real supera en más de 30% el aprobado y en algunos se dispara hasta un 50% adicional.
Lo anterior supone para los propietarios un gasto en gasolina o Diésel mucho mayor del esperado e implica que la información que obtuvieron al comprar su vehículo no corresponde a la realidad de su uso.
No solo se trata de la parte económica, puesto que esta situación también conlleva a que las emisiones contaminantes sean más elevadas de las previstas, pues estas son proporcionales a la cantidad de combustible que se emplea.
Considerando lo anterior, lo mejor es ser prudente con las cifras que informan las marcas y, lo más importante, conducir de manera eficiente para conseguir (como lo demuestran los estudios) una reducción en el consumo del 5%.