Es increíble como un acto imprudente o la creencia de un conductor puede poner en peligro su vida y la de otros conductores.
Prueba de ello es lo que ocurrió recientemente en Beachwood, Ohio (EE. UU.) Ahí la policía acudió al llamado de un accidente en el que un automóvil derribó varias líneas eléctricas y un poste de electricidad, tras impactar primero con otro vehículo y una casa.
Toda esta serie de sucesos ocurrieron debido a que una mujer de 31 años no dejó de acelerar su auto, lo que provocó que superara los 200 km/h.
Para fortuna de los involucrados en esta serie de choques, incluida la hija de 11 años de la automovilista que circulaba a toda velocidad en un área urbana, nadie resultó herido de gravedad.
Curiosamente, cuando los policías le preguntaron a la mujer la razón de ir a toda velocidad, respondió que recientemente se quedó sin trabajo y que hizo todo de manera intencional porque quería “poner a prueba su fe en Dios”; por lo que decidió que “Dios tomara el volante”.
De acuerdo con las pruebas toxicológicas, no estaba bajo la influencia de drogas o alcohol.
La mujer enfrenta múltiples cargos por agresión grave, poner en peligro a un niño y conducir con la licencia suspendida.
Mujer deja que "Dios tome el volante" como prueba de fe en un accidente a 200 km por hora
