La pandemia evidenció varias vulnerabilidades del sistema económico mundial y la industria automotriz no estuvo exenta en lo absoluto. Además de la conocida crisis de escasez de semiconductores para microchips, ahora tenemos también un problema con el vidrio, material fundamental para los automóviles casi desde sus inicios.
Según un informe del periódico The Wall Street Journal, los costos de producción del vidrio en Europa han crecido considerablemente en los últimos meses y ya comienzan a preocupar a las grandes automotrices. Una de ellas es Volkswagen, que confirmó mediante un comunicado que está almacenando grandes cantidades de componentes que usan vidrio, como ventanas y parabrisas, por temor a problemas de suministro en los próximos meses.
Además, en ese comunicado la marca agregó que ya está pensando en alternativas si la situación empeora, incluida la búsqueda de proveedores fuera del continente europeo. Lo cual abriría oportunidades para fabricantes de este material en otras regiones del mundo como la nuestra.
¿Por qué falta vidrio?
A grandes rasgos, fabricar vidrio consiste en procesar arena, carbonato de sodio y piedra caliza a muy altas temperaturas, lo que requiere grandes cantidades de gas natural. Y sí, el gas natural está siendo un problema en Europa, ya que a raíz del conflicto en Ucrania los precios del gas aumentaron considerablemente, arrastrando con ello los costes de producción del vidrio.
No sólo la industria automotriz está afectada, también lo está el sector electrónico, farmacéutico, construcción y el de las bebidas. Por dar un ejemplo, el gigante cervecero alemán Veltins, realizó una única compra de 50 millones de botellas para asegurarse la producción por un año, de que los precios de las botellas se dispararon hasta en un 90%.
Con la crisis de microchips algunas empresas llegaron a tomar medidas de emergencia como vender vehículos sin el sistema multimedia. ¿Pasará lo mismo con los vidrios y nos venderán buggys?