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Volkswagen Polo Track, prueba de manejo el esperado reemplazo del Gol

En esta prueba de manejo analizamos esta nueva versión del hatchback que cubre la entrada de gama de Volkswagen.

Volkswagen Polo Track, prueba de manejo el esperado reemplazo del Gol

El Polo Track tiene en sus espaldas el peso de ser el sucesor del discontinuado Gol Trend, modelo que nació en Brasil en 1980, se produjo en forma ininterrumpida durante 42 años y vendió más de ocho millones de unidades en todo el mundo.

A la espera de probar una unidad en nuestro país, Autocosmos ya pudo manejar al Polo Track en Colombia, donde analizamos cuán digno sucesor del Gol resulta este haychback del segmento B.

Volkswagen Polo Track: diseño

Tratándose de un Polo, el Track está hecho sobre la misma platafroma MQB A0 que se conoce desde 2012 que, con distintos largos, alturas y distancias entre ejes, en nuestra region sustenta también a los Nivus, Virtus y T-Cross..

Con 4.079 mm de largo, 1.751 mm de ancho, 1.471 mm de alto y 2.566 mm de distancia entre ejes, el nuevo Polo Track es 158 milímetros más largo que el Gol y tiene 100 mm más de distancia entre ejes. Comparado con otros rivales del segmento es 86 mm más largo en 86 mm que el Renault Sandero y y 9 mm comparado con el Chevrolet Joy. A su vez, el Polo Track es más ancho en 46 mm y en 24 mm que los hatchback de Chevrolet y de Renault.

En cuanto al estilo, el Volkswagen se distingue por ese aire deportivo y moderno que le brindan los accesorios negros, como la parrilla de tipo panal, las manijas de las puertas, las carcasas de los espejos retrovisores, el contorno de los vidrios y el pilar central, así como los embellecedores tipo fibra de carbono de las llantas de 15”. Un detalle que nos gustaría que VW considerara incluir en su nuevo hatchback son las luces día LED.

Volkswagen Polo Track: interior y equipamiento

Puertas adentro, lo primero que se percibe es un espacio generoso en todas las dimensiones para cuatro pasajeros; en todo caso, un quinto ocupante puede ir cómodo si sus compañeros no son muy robustos. Al acceder al auto se percibe de inmediato que la pantalla central, la consola y los controles tienen clara orientación hacia el conductor; así mismo, el reglaje manual en altura del asiento del conductor y el del volante favorecen la ergonomía y la visibilidad.

El hatchback de Volkswagen es más bajito que sus rivales directos (-59 mm frente a Joy y -6 mm con respecto a Sandero); otro detalle interesante es que, si bien el Polo Track tiene 24 mm menos de distancia entre ejes frente al Sandero (supera al Joy en 38 mm), parece tener más espacio para las piernas e las plazas traseras.

Los plásticos, cubiertas y materiales interiores resultan muy rígidos y algo toscos al tacto. En el caso de los tapizados la tela se siente buena y se agradecen el tono deportivo que aporta el diseño de las butacas con sus apoyacabezas integrados (salvo el de la quinta plaza), las costuras rojas y la muy buena sujeción lateral que ofrecen.

No estaría de más disponer de una consola en medio de los asientos delanteros, incluso se podrían acomodar apoyabrazos para dichas plazas; por otra parte, los 300 litros de capacidad de carga del baúl están dentro del promedio que maneja el segmento, frente a los 280 litros de Joy y los 320 litros de Sandero.

Volkswagen Polo Track: motor y seguridad

En cuanto a tren de potencia, el Track sigue con la fómula conocida y de buenos réditos en confiabilidad, el 1.6 litros y 16 válvulas MSi que genera 110 caballos y 155 Nm de torque y caja manual de cinco marchas. 

En cuanto a seguridad, la propuesta de Volkswagen es justa para su segmento: cuatro airbags, asistente para arranque en pendientes que viene dentro del control electrónico de estabilidad (ESC), alerta de cinturón de seguridad y todo lo demás que pide la ley como anclajes Isofix, cinturones de tres puntos y apoyacabezas en todas las plazas. Considerando el segmento al que llega, tiene lo correcto, obvio que no se puede pedir ningún tipo de asistente de conducción avanzado.

Volkswagen Polo Track: desempeño

El puesto de conducción del Polo Track es muy agradable y con un nivel de ergonomía bien aplicado; nos gustó mucho el correcto alcance y la altura de la palanca de cambios, la visualización de los instrumentos resulta clara y bien orientada hacia el conductor. Es cierto que la buena visibilidad perimétrica colabora en las maniobras de reversa, pero en este segmento sería un gran diferencial la oferta de una cámara de estacionamiento o sensores traseros.

Sobre la marcha, digamos que el Polo Track se favorece de una relación peso/potencia de 9,74 kilos por cada caballo con una orientación hacia la funcionalidad urbana, con una primera corta y una segunda bastante más larga que produce una caída de 2.500 giros.

En régimen normal, ya se rueda a 80 km/h en quinta marcha y en un régimen de 2.000 rpm, y en caso de autopista, con 2.500 giros se planea con total comodidad.

Uno de los puntos que más nos gustó del Polo Track es la buena puesta a punto de la suspensión, con un robusto esquema independiente de tipo McPherson, adelante, y semi-independiente, atrás. Puede que la rodadura sea perceptible de más al interior de la cabina, pero la acertada filtración de baches e irregularidades lo hace ideal para el tránsito por nuestra deteriorada red vial. Los frenos cumplen a cabalidad con sus responsabilidades y transmite esa cuota de confianza que se requiere en la conducción.

¿Crees que el Polo Track es un digno reemplazo del querido Gol? 

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