"Un auto menos que la demanda", solía decir Enzo Ferrari, cuando se le preguntaba por su capacidad de producción en Maranello. Y esa ha sido siempre la filosofía comercial de la marca para mantener los precios alto y ese aura de exclusividad que envuelve a sus modelos.
Pero ahora, quizás, esa premisa se ha exacerbado un poco más de la cuenta. Hace unos días, durante la entrega de resultados del tercer trimestre, el CEO de Ferrari, Benedetto Vigna, dijo que los libros de pedidos están "en los niveles más altos". Tan altos, que la producción completa de 2024 y 2025 ya está asignada a futuros clientes, por lo que cualquier persona que quiera comprar un Ferrari hoy debe mirar a 2026.
En cuanto a números, los primeros 9 meses de 2023 ha significado para Ferrari la entrega de 10.418 unidades, lo que representa un aumento de unas 500 unidades y del 5,3% en comparación con los primeros nueve meses del año pasado.
No son grandes cifras, pero la marca del Cavallino juega con una producción muy limitada, por lo que nunca crecerá a doble dígito. Además, este este período apenas se contabilizan los Purosangue (que debiera significar el 20% de las ventas totales), ya que la producción del SUV no ha alcanzado su capacidad máxima.
En el tercer trimestre y por primera vez en la historia de Ferrari, se vendieron más unidades híbridas que puras de gasolina, con 3.459 vehículos entregados.
Para 2030, Ferrari proyecta que el 40% de sus ventas estarán representadas por modelos híbridos, el 40% por vehículos eléctricos (el primero aparecerá a fines de 2025) y el 20% restante serán modelos de combustión pura.
