Desde principios de año, sabemos que Lewis Hamilton dejará el equipo de Mercedes-AMG para ponerse detrás del volante de una Ferrari en 2025, y cada vez nos vamos acercando más a su despedida de la escudería con la que ganó seis de sus siete campeonatos, pero no sin antes tener una experiencia única.
Es sabido que Hamilton es un apasionado por los autos, y hace un tiempo pudimos verlo cumpliendo el sueño de muchos fanáticos: manejar (y derrapar) un Nissan Skyline GT-R R34, y ahora el piloto británico manejó otro vehículo histórico: el Mercedes-Benz CLK GTR.
El CLK GTR es, por lejos, uno de los autos más exóticos y codiciados de la marca alemana: en principio se producirían 25 unidades para homologarlo para la FIA GT, pero luego la marca de la estrella "hizo aparecer" uno más que todos desconocían, por lo que finalmente se hicieron 20 “normales” y 6 descapotables. Originalmente la versión coupé salía 1,5 millones de dólares, pero hoy pueden costar alrededor de ¡9 millones! y los descapotables salen aún más.
Más de un fanático soñó alguna vez con manejar este vehículo, ya que se lo podía ver brillando en las carreras de la FIA GT en 1997 y en diversos videojuegos (recuerdo que era de mis autos favoritos de los Need For Speed III y Hot Pursuit 2). Afortunadamente para el heptacampeón, pudo participar de una experiencia junto a su compañero de equipo George Russell, el piloto de reserva Mick Schumacher y el director ejecutivo del equipo Toto Wolff, en el que manejó este increíble exótico.
Recordemos que el Mercedes-Benz CLK GTR cuenta con un motor V12 aspirado de 6 litros que entrega 600 CV y 700 Nm, y que son enviados a las ruedas traseras a través de una caja manual de seis relaciones. En términos de prestaciones, este hiperdeportivo puede hacer el 0-100 km/h en 3,8 segundos y alcanzar los 329 km/h.