Mercedes-Benz vuelve a dar de qué hablar con el regreso de un clásico que muchos pensaban imposible: la nueva Clase G Cabriolet, ahora con cuatro puertas. La marca ya inició las pruebas dinámicas en Austria, retomando una tradición que estuvo presente desde 1979 hasta 2013 con la versión descapotable original.
Por ahora, los ingenieros están recopilando información para asegurar que la experiencia al volante, con el cielo abierto, mantenga el nivel de seguridad y confort que caracteriza a la Clase G. Más adelante, la fase de pruebas se trasladará a Suecia, donde el vehículo enfrentará condiciones extremas como hielo, nieve y temperaturas congelantes, vitales para evaluar tracción, estabilidad y resistencia del chasis.

A pesar del camuflaje, se distinguen elementos clásicos del modelo: faros redondos, líneas cuadradas, la rueda de repuesto a la vista y un techo de lona eléctrico, que conserva la silueta robusta y elegante del todoterreno. Esta nueva G Cabriolet apunta a combinar tradición con un estilo fresco y lleno de presencia.
Mercedes-Benz todavía no ha revelado las opciones mecánicas, pero se espera que ofrezca un seis cilindros con mild-hybrid, un V8 AMG biturbo y, dependiendo del mercado, una variante diésel. El avance de la electrificación dentro de la marca también deja abierta la posibilidad de configuraciones parcialmente eléctricas.
Su debut está previsto para 2026, y la firma promete más información pronto. La nueva Clase G Cabriolet se perfila como uno de los modelos de lujo más llamativos que veremos en los próximos años, ideal para quienes buscan aventura sin renunciar al estilo.