Lo que tiene frente a usted, no es un Tesla S común, de hecho, aunque no lo crea, su concepción no fue idea del fabricante estadounidense. Este modelo es una genialidad, que, por su propia naturaleza exótica, lucha para salir a flote.
En realidad, esta historia comienza en el momento en el que Floris de Raadt, observó que RemetzCar había creado en 2016 un Model S fúnebre, por lo que se puso de inmediato en contacto con la compañía holandesa, para hacerle una curiosa petición, ya que al ser un amante de los Shooting Brake y de los autos eléctricos, en especial de Tesla, deseaba, tener un auto único, y así es como nace la idea de crear un singular Model S Shooting Brake.
Primero, Niels van Roij, diseñador encargado del proyecto, se dio a la tarea de crear bocetos en programas 3D, donde los principales cambios se concentrarían en la parte trasera, misma que fue desmontada, dando inicio al proceso de reconstrucción -se le añadieron nuevos paneles en aluminio-.
Convertir un Tesla S a Shooting Brake tendrá un costo aproximado de 107.000 euros.
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