Con el objetivo de medir el nivel de seguridad que ofrecen los automóviles que se venden en Estados Unidos, todos los modelos nuevos o que son renovados son evaluados por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), organización de pruebas de seguridad, apoyada por la industria de seguros; por medio de una serie de choques, así como por el análisis del sistema de frenado automático y la calidad de los faros.
Una vez que los vehículos examinados en dichas pruebas, los técnicos califican el comportamiento del vehículo en relación al nivel de protección que ofrecen a los pasajeros. En caso que se alcance un desempeño superior, el IIHS otorga el nombramiento de Top Safety Pick + (Plus) o bien de Top Safety Pick si quedó a deber en algún aspecto.
Si bien en los últimos años, la cantidad de vehículos que han logrado obtener alguna de estos dos reconocimientos son cada vez más, hay algunos modelos que tienen un desempeño carente en las pruebas de choque, situación que se da principalmente en las pickups y algunos SUVs.
Quien recientemente quedó a deber en las evaluaciones del IIHS fue el Jeep Wrangler de cuatro puertas 2020 al obtener una calificación “Marginal” en la prueba de choque frontal de pequeña superposición del lado del conductor porque se volcó sobre el lado del pasajero después de golpear la barrera.
Dicho crash test es el más importante de los cinco que se realizan, ya que el vehículo impactado a 40 mph contra una barrera con solo el 25 por ciento de la parte delantera del vehículo en el lado del conductor, imita lo que sucede cuando la esquina delantera izquierda de un vehículo choca con otro vehículo o con un obstáculo como un árbol o un poste.
En si el Wrangler, fue evaluado en tres pruebas de choque de solapamiento pequeñas en el lado del conductor, una por Fiat Chrysler como parte del programa de prueba de verificación del Instituto y dos en el Centro de Investigación de Vehículos del IIHS. En ambas pruebas realizadas por la organización sin fines de lucro, el SUV rodó sobre su lado del pasajero después de golpear la barrera de prueba.
Aunque el Wrangler funcionó bien con las métricas normales debido a que el espacio del conductor se mantuvo bien y el movimiento del dummie estuvo bien controlado, el vuelco parcial presenta un riesgo adicional de lesiones más allá de lo que se pretende medir con los criterios estándar.
En caso que el vehículo vuelque hacia un lado no es un resultado aceptable para un choque frontal, y como resultado, la calificación general del Wrangler fue de Marginal, aun cuando obtuvo la calificación más alta en los crasht test de impacto frontal pequeño del lado del pasajero, impacto frontal moderado, impacto lateral, resistencia del techo y reposacabezas.
Todo vuelco, incluso si es parcial como le ocurrió al Wrangler, es un accidente especialmente peligroso, en parte debido al riesgo de expulsión total o parcial. Esta situación es mayor en el Wrangler, que tiene un techo y puertas que se pueden quitar.
Asimismo, carece de bolsas de aire laterales tipo cortina diseñadas para desplegarse en una volcadura para mantener a los ocupantes adentro. Cabe mencionar que la regulación no exige que el SUV tenga bolsas de aire laterales tipo cortina debido a su techo desmontable.
En la prueba que presentó Fiat Chrysler, el Wrangler no se volcó
El IIHS realiza pruebas de auditoría de algunos vehículos en el programa de verificación para garantizar la integridad del programa, por lo que el Wrangler fue seleccionado para una de estas pruebas de auditoría.
Después de que el vehículo se volcó en la prueba de auditoría, Fiat Chrysler cuestionó si este resultado estaba relacionado con el método que los ingenieros de IIHS habían utilizado para conectar el vehículo al sistema de propulsión de choque.
Por tal motivo, el IIHS acordó realizar una segunda prueba utilizando un método diferente, que fue aprobado por Fiat Chrysler. NO obstante, la segunda prueba también terminó con la inclinación del vehículo de lado.
Jeep Wrangler vuelca en las pruebas choque del IIHS