Lamborghini va más allá de la producción de automóviles y, al igual que Bentley y Rolls-Royce, se dedica al cuidado de abejas.
Desde 2016, la empresa lanzó un proyecto de biomonitoreo ambiental con la instalación de un colmenar en el Parque Lamborghini en Sant'Agata Bolognese.
A lo largo de los años, el colmenar ha pasado de un total de ocho colmenas a las doce actuales, con una población estimada de unas 600.000 abejas de las que 120.000 se alimentan por todo el territorio.
Además, gracias a la Fundación Audi, a partir de 2021 el colmenar de Lamborghini se beneficia de la presencia de una “colmena tecnológica”. En este caso, dos cámaras de video, una dentro y otra fuera de la colmena, permiten observar de cerca el comportamiento de los insectos, aportando datos más detallados a los estudios que se realizan.
A partir de los análisis de las matrices de la colmena (miel, cera y los insectos), la empresa, en colaboración con expertos en entomología y apicultura, detectan una amplia gama de contaminantes ambientales: plaguicidas utilizados en agricultura y en espacios verdes urbanos y privados, metales pesados, compuestos aromáticos, dioxinas y muchos otros.
Este análisis es fundamental para controlar la contaminación en el entorno que rodea la planta de producción y el área habitada de Sant'Agata Bolognese, gracias al amplio "forrajeo" de las abejas; es decir, su vuelo para recolectar néctar y polen, en un radio de aproximadamente tres kilómetros.
Este proyecto emprendido por Automobili Lamborghini se enriqueció recientemente con un estudio experimental para el biomonitoreo de colonias de abejas solitarias.
Respecto a las abejas solitarias, estas se diferencian de las abejas sociales por su radio de alimentación más corto (200 metros) y porque cada hembra cuida de su propia descendencia, a diferencia de las abejas sociales, que solo cuidan de la descendencia de la abeja reina.
Así mismo, las colonias, compuestas por casas de juncos ubicadas dentro del Parque Lamborghini y cerca del sitio de producción, permiten monitorear áreas más específicas, gracias al radio de alimentación más corto, y recopilar datos aún más efectivos para estudiar el impacto ambiental del sitio.