Muchas veces, los neumáticos quedan relegados a un segundo plano y son el último elemento que se controla, aunque en realidad deberían ser uno de los primeros. La vida útil de un neumático depende de muchos factores. No es lo mismo un modelo hecho para una superficie resbaladiza que uno creado para un auto deportivo donde el uso será totalmente diferente.
Entre los factores más determinantes aparecen la carga, la frecuencia o la superficie. Es importante tener en cuenta que un manejo adecuado influye notablemente en el desempeño de los neumáticos. Para convertirse en un "experto" le compartimos algunos consejos útiles a la hora de mantener las llantas:
Mantener la presión correcta
Si es excesiva, provocará un mayor desgaste en la zona central del neumático, y si está por debajo de lo recomendado, el desgaste en este caso será irregular. Lo recomendable es controlarla regularmente, porque es muy común que haya fugas de aire.
Evitar aceleraciones y frenadas bruscas
El cómo se maneja es vital en la duración de los neumáticos. Acelerar o frenar de forma repentina promueve el desgaste de las bandas de rodamiento, así como el aumento de temperatura y su posterior degradación de la caucho.
Alineación
Si la dirección no está correctamente alineada, los neumáticos comenzarán a apoyar mal y se desgastarán de forma irregular y prematura.
Golpes y roces
Cuidado con los huecos/baches. Lo óptimo es pasarlos de forma lenta y a baja velocidad, lo que evita deformaciones y posibles pinchazos.
Cadenas
Nadie duda de su utilidad en superficies con nieve y hielo, pero al usarlas es recomendable evitar velocidades altas y asegurarse que estén correctamente colocadas para que no generen daños.